miércoles, 9 de abril de 2008

Danza puertorriqueña (Instrumentación)

El instrumento por excelencia para la interpretación de la danza es el piano. Pero, si recordamos que en sus principios la función principal de la Danza era el baile, tenemos que entender que era interpretada entonces por agrupaciones musicales con distintas combinaciones de instrumentos. En grabaciones y fotos antiguas se pueden apreciar los instrumentos utilizados para su interpretación: violines que se encargarían de la melodía; el cornetín para acentuar algunas frases; los clarinetes que compartían la melodía con los violines o rellenaban armonicamente o en contrapunto otras partes; el contrabajo para la base rítmica y armónica; y los bombardinos encargados del acompañamiento en la mayoría de la obra, excepto en el trío o merengue donde asumían el rol de solistas, luciéndose en la interpretación de esta parte de la danza donde se le permitía hacer gala de sus habilidades. El güiro, incorporado a su interpretacion en 1853, le imparte a la danza el sabor criollo y es parte indispensable en las agrupaciones, no importa la combinación instrumental que se utilice. Con el advenimiento de las bandas militares, más adelante se introdujo el uso de la caja redoblante ("snare drum") para complementar la parte rítmica en la interpretación de la Danza.

martes, 8 de abril de 2008

Danza puertorriqueña (Forma)

Tradicionalmente las Danzas se clasifican en dos tipos: románticas y festivas. Las dos variantes realmente son bastante diferentes entre sí.

La Danza consta de cuatro partes: la introducción o paseo (usualmente de ocho compases en tiempo de 2/4), un primer tema, un segundo tema y un tercer tema, cada uno de 16 compases. El tercer tema es usualmente más alegre o más melódico y en éste, el bombardino (instrumento de acompañamiento con sonido muy parecido al del trombón) deja su rol de acompañante para convertirse en solista, interpretando la melodía. Después del tercer tema hay una recapitulación del primer tema y a veces una coda para el final. Todas las partes, excepto la coda y la recapitulación, se repiten. Puede haber variantes a esto como lo es la introducción de "puentes", o partes de 8 compases en lugar de 16, etc.

Aunque las danzas son mayormente románticas, todas se caracterizan por una peculiar cadencia rítmica en su acompañamiento, interpretada por la mano izquierda si al piano, y por el bombardino en los arreglos orquestales.

Las Danzas festivas son muy rítmicas, alegres y rápidas. Ejemplo de éstas lo son: No me toques, Sí te toco, La Cuñadita, El Ciclón, Fiestas de Santa Rosa y muchas otras. En mi opinión personal, estas danzas deberían separarse en una nueva clasificación de "Super-Festivas", pues rítmicamente son bastante diferentes a las demás (muy parecido a una guaracha). Dejaríamos el término "Festivas" para otro grupo de danzas que se pasean entre las "Super-Festivas" y las "Románticas", como: Maldito Amor, Sara, El Coquí, Un conflicto, Linda Mayagüezana, Gloria, Consuelo y otras. Éstas conservan un acompañamiento muy similar al de las románticas pero se interpretan más rápida y alegremente.

La mayoría de las Danzas son instrumentales, ya sea para piano o para orquesta, pero hay muchas con letra.

domingo, 6 de abril de 2008

Danza puertorriqueña (Origen)

El origen de la Danza Puertorriqueña no está claramente definido, pero la mayoría de los expertos coinciden en que sus comienzos fueron alrededor de mitad del siglo 19 (cerca del año 1840). Durante el primer tercio del siglo 19 era muy popular en la isla de Puerto Rico la contradanza española (palabra que algunos alegan es derivada del inglés "country dance"). Era éste una forma de baile muy rígido, un "baile de figuras", en el cual los danzantes tenían que hacer movimientos específicos de acuerdo a las instrucciones de un "bastonero". El bastonero era una especie de director que decidía cuantas parejas bailarían cada pieza y la posición o turno de cada persona, asignándole inclusive la pareja. El primer bailarín, quien usualmente era uno de los más expertos, realizaba cuantos movimientos y piruetas complicadas deseaba mientras los demás observaban para después imitarlo en su turno. Se dice que muchos de estos bailes terminaban con grandes discusiones, algunas de las cuales se dilucidaban en el campo del honor, debido a que alguno de los danzantes cambiaba alguno de los movimientos de sus predecesores, los cuales era imperativo seguir fielmente. El bastonero fue perdiendo popularidad y fue suprimido ya en el 1839, dando comienzo así a algunos cambios.

En la década de 1840 llegaron a Puerto Rico unos jóvenes inmigrantes de Cuba, que trajeron con ellos una nueva modalidad de danza para parejas solas, cuya música tenía más cadencia rítmica de baile. La contradanza española estaba ya perdiendo popularidad, debido a su rigidez, y la nueva música comenzó a tener arraigo en el país. Esa nueva música era llamada "habanera" (gentilicio de La Habana, capital de Cuba). La habanera se bailaba en parejas de un modo libre y fue del agrado de la juventud de esa época. A principio se utilizaba música cubana, pero más tarde los compositores puertorriqueños fueron componiendo su propia música en ese estilo pero añadiéndole sus propias variantes y el sabor criollo.

La primera parte, llamada "el paseo", consistía típicamente de 8 compases en tiempo de 2/4, no tenía base rítmica pero servía de introducción tonal. La segunda parte, llamada merengue fue extendida de sus 16 compases originales a 34 ya para 1854 y hasta 130 más adelante, según escritos de Don Braulio Dueño Colón Otras partes comenzaron a aparecer y la nueva danza fue tomando forma.

Aparentemente, esa danza original era algo vulgar y fue rechazada por la alta sociedad de ese tiempo (pero no así por la juventud), tal vez por el hecho de que al bailarla las parejas estaban muy unidas y podían hablarse calladamente al oído. Esto ocasionó que el gobernador Don Juan de la Pezuela emitiera su célebre bando de 1849 prohibiéndola, el cual no tuvo éxito en sus propósitos.

Algunos títulos de aquellas primeras danzas nos dan idea de su estilo: La sapa - El rabo del puerco - Ay, yo quiero comer mondongo - El tereque - La charrasca - y otras por el mismo estilo. Se menciona a un compositor de música bailable de apellido Santaella como autor de la mayoría de éstas, de las cuales sólo se conservan dos o tres.

Para 1870 ya está definida una nueva modalidad de la danza puertorriqueña que tiene por centro la ciudad de Ponce y por originador al pianista y compositor sanjuanero Manuel G. Tavares quien acababa de retornar de sus estudios de piano en el Conservatorio Imperial de Paris. Tavárez estiliza y depura la danza puertorriqueña vistiéndola de galas románticas e impartiéndole un ademán gracil, propio de la obra de salón francesa. La danza ponceña, quejumbrosa y apasionada, de gran audacia y vuelo sentimental, tiene mucho de la cantilena, y revela la influencia de la ópera italiana. Su espontaneidad contrasta con el corte académico de la danza sanjuanera, que conserva muchos rasgos de la contradanza española, aunque logra una notable evolución en manos de Julián Andino (1845-1926), Casimiro Duchesne (1852-1906), Genaro Aranzamendi (1831-1889), los hermanos Mauricio (n.1842) y Hermógenes Alvarez (+1914), y los hermanos Heraclio(1837-1891) y Federico (1857-1927) Ramos.

Más adelante, discípulo de Tavárez y el más prolífico compositor de danzas, desarrolló el género al nivel que hoy conocemos. Esta nueva danza evolucionada estaba mayormente inspirada en el amor y la mujer, lo cual se refleja en sus títulos: Margarita, Idilio, De tu lado al paraíso, Mis Penas, Laura y Geourgina (una de las más exquisitas y populares, dedicada por Morel a las bellas hermanas Capó de Ponce), La Sensitiva, así como tantas otras.